No nos damos cuenta, creemos tenerlo todo bajo control, típico de nosotros, los seres humanos. Creemos saberlo todo, donde la realidad no se conoce y no hablemos en estos tiempos de era de las redes sociales. Carecíamos de ``black mirrors´´que nos influyeran, menudos incrédulos por pensar que ahora nada nos dicta.

Las redes sociales nos están contaminando, hemos dejado de respirar lo que alguna vez fue aire fresco, en una ola masiva de influencias. Y ahora dime, ¿qué ha pasado con nosotros? ¿Dónde está nuestra identidad? Ya no existe, estamos dentro del público como espectadores de espectáculos sin gracia con pretensiones de humillación y burla. Sólo hay que ver en que se están convirtiendo las concurrentes votaciones, de lo que antes era algo serio, en un cachondeo. No es un show, no es un espectáculo, es nuestro futuro. Si votáis para el Brexit claro que si os convertís en mayoría saldrá, y claro que la economía influirá devaluando la libra alcanzando la inferioridad al euro, claro que se impondrán barreras proteccionistas y hasta llegar al punto de abandonar la UE ¿que ahora os arrepentís? ¿que os pensabais? ¿que la política es equiparable a los programas telebasura?

Es un claro ejemplo de una votación sin conocimiento y sin capacidad de análisis de la presente situación, por parte de áreas rurales principalmente. Hemos dejado de ser críticos y tener nuestra propia opinión, gracias concretamente a redes sociales tales como Facebook o Twitter, ¿Cuando os vais a dar cuenta que a la gente le encanta hablar de lo que no sabe?

Tengo cierta ansiedad por el futuro que se nos viene encima. Ya que la dependencia de la tecnología puede aumentar a grandes escalas y convertirnos en los robots de los que todos hablan. 

No se trata de una reflexión interna, a veces viene dada por actos espontáneos, que tu propio cuerpo te pide que lo hagas, y lo haces. No lo entiendes por no haberlo razonado, pero quitémonos ya la santa manía de pensarlo todo, de tenerlo todo calculado, por que no, así uno no vive como le da la gana. Acostumbrados a resolver esos estúpidos cálculos, que muchas veces no tienen resultado y empezamos a culparnos, por lo que luego acabamos quejándonos. 

Tal vez se trate de una manifestación externa, de mostrar al mundo que la vida se basa en cambios repentinos, de un día para otro, de un momento a otro. Así funciona el amor, con sus expectativas, ilusiones, miedos y esperanzas, por lo que acabas nutriéndote de cada sensación, y todo se termina fundiendo por el ardor, hasta que aparece la llama que a todos nos salva, del frío, de la soledad, de la desesperación. 

O de dejarse llevar, dejarse amar. Permitirse ser uno mismo sin prejuicios, sin hipocresía de por medio. De tal reivindicación, en la que se demanden personas con más personalidad y menos con semejante frialdad. De tal carencia, como la de una sociedad mas rica, más educada. Valdrá la pena residir en tal orbe, pero somos los responsables de adueñarnos de lo que nos acontece en nuestra subsistencia y de magnificar lo positivo estando en vigor.

By: Arty Sirota

Mira, no me voy a andar con rodeos, yo quiero vivir, no se tú. Vivir como si la vida se fuera ha acabar en dos días, pero que me pille viajando.

No es por ser melodramática, es sólo que viajar es como una droga, que la pruebas una vez, y luego no quieres dejar de probarla. Me sincero, como en un grupo de terapia, me muero de ganas por tomar mi narcótico. Para mi, es como cambiar de escenario, de personajes y hasta de obra. No os quedéis encerrados, hay demasiadas cosas bonitas que os estáis perdiendo. 

Es además, mi hobby favorito, la esencia de mi aprendizaje, mi manera favorita de evadirme, cambiar de aires. El mejor momento para hacer cosas que jamás te has planteado, conocer gente que nunca te has topado, vivir momentos que nunca se han presentado. 

Toda supervivencia empieza con un ¿perdona, es este el tren? y luego empezáis a contar las anécdotas surrealistas que os han pasado, hasta acabar compartiendo vuestras diferentes visiones de la vida. Pero todo acaba cuando uno de los dos llega a su destino, y os miráis agradecidos por conocer lo que antes era un completo desconocido en un compañero de viaje. 

Me he encontrado a grandes personas viajando, será por que compartimos una cosa en común, esas ganas de vivir. No conocemos la fobia a perdernos, y tampoco de pegarnos la ostia de nuestra vida. Porque para eso nos movemos, para poseer lo que te gratifica todos los días, las experiencias, que luego se convierten en momentos que recordar para luego poder contar. 

No busques, ni explores, nos vas a encontrar nada. Suéltame, déjame ir, el tiempo se ha puesto en tu contra. Pretendes reconstruir algo que con tus propias manos has destrozado. Aunque incrédulos los dos, por creer en algo que era ``ni contigo ni sin ti´´. Eramos libres, pero jugamos con fuego, hasta que nos quemamos, y se quedó todo en ceniza. No se trata de cambios de humor, no se trata de cobardía, sino de falta de disposición. 

No me tomes por tonta, se a que juegas, pero mis celos no se revelan. Jugando, a veces se gana y otras se pierde, así que no te engañes, no es amor lo que les das ya lo sabes, no puedes, es todo una maldita fachada. Pones buena cara y luego lloras por las esquinas, no soportas la idea de arrepentirte por la pérdida de lo que por primera vez has querido de verdad. ¿Ves? te lo dije, quien avisa no es traidor, el orgullo no te lleva por ningún camino, aunque tus inseguridades se cubrían por él. Y es que indirectamente, se ha convertido en venganza, me imagino que será cosa del Karma.

Es triste, cuando echas de menos, y sólo te quedan los recuerdos que propician a tener índices de demencia. A mi también me gusta recordar, pero se trata de recordarlo como parte del pasado, no como objeto de lazo para mantener lo que no tiene soporte, lo que no pude florecer, como las flores, no todas florecen en primavera. 

Vive, eres joven, deja de actuar como un antiromántico, como un insensible, no te pega. Sustitúyeme si te es más llevadero, lo comprendo. Tampoco tengo interés en ser la única y tu fiel compañera en tus noches en vela, al fin y al cabo no ha merecido tanto la pena. 

Te quiero, te quiero muchísimo, siempre lo voy a decir, pensar y sentir. Pero no todo es querer, es poder y no se ha podido, te culpo. Así que te animo que lo superes, no nos queda otra. No pretendas olvidar lo que sigue viviente, tal vez pasen años y aun me tengas presente.